La medicina actual puede hacer mucho más para los pacientes que años atrás, pero también puede aumentar el sufrimiento, fruto de tratamientos cada vez más agresivos y del incremento de la fragilidad. Más allá de la cantidad de vida, el médico, en la propuesta de tratamiento, tiene que adecuar la ayuda que ofrece a la calidad de vida, de manera personalizada y ponderada con el mismo enfermo. La primera lealtad del médico tiene que ser hacia la persona que atiende y es un deber del médico evitar el sufrimiento.
Para guiar los profesionales en este aspecto, la Comisión de Deontología del Consell de Col·legis de Metges de Catalunya (CCMC) ha publicado la nota Decálogo para una aplicación correcta de la adecuación del tratamiento con recomendaciones para ajustar las actuaciones sanitarias con el objetivo de evitar las actuaciones que no aporten suficiente beneficio al paciente o que le provoquen un sufrimiento evitable